Necesitaremos:
350 gr de harina de fuerza
25 gr de levadura fresca
125 ml de leche tibia
100 gr de azúcar
75 gr de mantequilla a temperatura ambiente
1 huevo
1 yema de huevo
1 ralladura de naranja y otra de limón
20 ml de aroma de azahar
20 ml de ron
1 pizca de sal
Para adornar el roscón:
frutas escarchadas
almendras fileteadas
cerezas confitadas
1 huevo batido para pintar
En un vaso pondremos la leche tibia con la levadura, la mezclaremos bien, y la dejaremos reposar durante unos 15 minutos.
En un bol mezclaremos la harina, la sal, el azúcar, la mantequilla, las ralladuras de naranja y de limón, el huevo y la yema, el ron y el aroma de azahar; por último, añadiremos la leche con la levadura.
Lo mezclaremos todo hasta conseguir una masa pegajosa.
Ya en la mesa de trabajo, con un poco de harina, seguiremos amasando hasta que la masa esté elástica.
La dejaremos reposar en un bol, con un paño húmedo por encima, hasta que la masa doble su volumen.
Yo la he dejado toda la noche porque ahora en invierno con el frío cuesta más que suba. Pero si queréis acelerar su proceso, la podéis dejar donde tengáis más calor, como al lado de la tele, por ejemplo.
Una vez doble su volumen, extenderemos un poco más de harina en la mesa de trabajo y lo volveremos a amasar un poco.
Podemos hacer porciones individuales de unos 75/100 gr, o podemos hacer uno grande.
Cogeremos la masa y le daremos forma de bolita. Le haremos un agujero en el centro, que sea grande por que cuando vuelva a doblar su volumen se ira cerrando.
Precalentaremos el horno a unos 180 grados.
Batimos un huevo y pintamos la masa. Le añadiremos las frutas confitadas y las almendras laminadas, y dejamos que doble su volumen otra vez.
En un bol a parte pondremos azúcar con unas gotas de agua que esparciremos por encima del roscón.
Lo hornearemos unos 20 minutos y ... Ya Está!!
Lo podemos servir así; o cuando estén fríos los cortamos por la mitad y los rellenamos con nuestro relleno favorito: nata montada, crema, chocolate, trufa, etc...
La tradición marca que dentro del roscón, se ponen recubiertas por film unas figuritas pequeñas para los niños y una haba. Al que le toque la haba paga el roscón.
Si lo hacéis relleno, las podéis poner al cortarlo por la mitad, y si no lo rellenáis, ponerlas en la masa cuando hagáis la forma del roscón.
Ya solo queda que llegue la víspera de reyes para comerselo Ummm....
Yo la he dejado toda la noche porque ahora en invierno con el frío cuesta más que suba. Pero si queréis acelerar su proceso, la podéis dejar donde tengáis más calor, como al lado de la tele, por ejemplo.
Una vez doble su volumen, extenderemos un poco más de harina en la mesa de trabajo y lo volveremos a amasar un poco.
Podemos hacer porciones individuales de unos 75/100 gr, o podemos hacer uno grande.
Cogeremos la masa y le daremos forma de bolita. Le haremos un agujero en el centro, que sea grande por que cuando vuelva a doblar su volumen se ira cerrando.
Batimos un huevo y pintamos la masa. Le añadiremos las frutas confitadas y las almendras laminadas, y dejamos que doble su volumen otra vez.
En un bol a parte pondremos azúcar con unas gotas de agua que esparciremos por encima del roscón.
Lo hornearemos unos 20 minutos y ... Ya Está!!
Lo podemos servir así; o cuando estén fríos los cortamos por la mitad y los rellenamos con nuestro relleno favorito: nata montada, crema, chocolate, trufa, etc...
La tradición marca que dentro del roscón, se ponen recubiertas por film unas figuritas pequeñas para los niños y una haba. Al que le toque la haba paga el roscón.
Si lo hacéis relleno, las podéis poner al cortarlo por la mitad, y si no lo rellenáis, ponerlas en la masa cuando hagáis la forma del roscón.
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